El enigmático caso del “barco fantasma” ha captado la atención de todo el mundo después de encallar en la costa sur de Irlanda.
El Alta, un buque de carga de 77 metros de longitud y de origen tanzano, llevaba 17 meses a la deriva en el Océano Atlántico antes de ser arrastrado por la tormenta Dennis hasta la costa de Cork.
Lo más sorprendente es que no se encontraba nadie a bordo en el momento del encallamiento, lo que ha despertado interrogantes sobre lo que ocurrió con su tripulación.
Las autoridades irlandesas han estado investigando el caso, y según informó el Irish Times, en septiembre de 2018, la Guardia Costera de los Estados Unidos rescató a los 10 miembros de la tripulación que se encontraban a bordo del mercante mientras estaba a la deriva en las Bermudas. Desde entonces, el barco ha estado errando sin control ni tripulación, lo que lo ha llevado a ser denominado como un “barco fantasma”. Sin embargo, aún no se ha localizado al propietario del barco, quien debe hacerse responsable de los restos y de los posibles impactos ambientales que pueda causar el naufragio.
El naufragio del barco fantasma en la costa irlandesa ha generado preocupación por los posibles riesgos ambientales que podría implicar. Puedes ver mas sobre este espeluznante caso en el siguiente video. La Guardia Costera irlandesa ha llevado a cabo una inspección minuciosa para evaluar el peligro de contaminación, y aunque aún no se ha confirmado si la embarcación llevaba cargas peligrosas, el estado precario del barco ha llevado al Consejo del Condado de Cork a emitir una advertencia al público para mantenerse alejados de la zona del naufragio debido a su peligrosidad e inaccesibilidad.
El caso del “barco fantasma” también ha traído a la luz nuevamente el enigmático fenómeno del Triángulo de las Bermudas. Aunque muchos expertos sostienen que las desapariciones misteriosas de barcos y aviones en esta región del Océano Atlántico se deben a causas naturales y factores comunes en la navegación, como mal tiempo y errores humanos, todavía existe un debate abierto sobre la posibilidad de algo más misterioso detrás de estos eventos.
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El abandono de embarcaciones en alta mar es un problema grave y global que afecta tanto al medio ambiente como a la seguridad marítima. La falta de regulación y responsabilidad por parte de los propietarios ha permitido que muchos barcos se conviertan en peligrosos “barcos fantasma”, vagando sin control y poniendo en riesgo la navegación y la vida marina. Además, estos barcos abandonados pueden llevar consigo sustancias peligrosas y tóxicas que, de filtrarse al océano, podrían causar graves daños a la fauna y flora marina, así como afectar a las comunidades costeras que dependen del mar para su subsistencia.
La historia del “barco fantasma” nos recuerda la importancia de establecer regulaciones más estrictas para evitar el abandono de barcos en alta mar y garantizar que los propietarios sean responsables de su eliminación adecuada. También nos alerta sobre los posibles riesgos ambientales asociados con estas embarcaciones abandonadas y la necesidad de proteger nuestros océanos y su vida marina. A través de una mayor conciencia y responsabilidad, podemos evitar que estos “barcos fantasmas” continúen representando amenazas para nuestros mares y ecosistemas marinos.